¿Qué puede pensarse de un autor que dice que "Paul Valéry distinguía claramente entre dos tipos de obras literarias, las que son creadas siguiendo los dictados de un gusto establecido y las que, por el contrario, tienden a crear su propio público. Es evidente que los poemas que siguen se encuadran con decisión en el segundo apartado, que es, sin duda, el más arriesgado, ya que se corre el peligro, siempre acechante, de la incomprensión y la falta de aplauso. [...]
Debo confesar, en primer lugar, mi fe en el poder mágico de la lengua, piedra angular de toda labor que pretenda vencer esa literalidad que tanto daño causó y causa a la poesía. La palabra no es una mera sucesión de letras que responden a una combinatoria limitada sometida al uso vulgar. En cada palabra hay un enigma, una cadena hacia el origen que queda ejemplarizada en la perplejidad de las etimologías y otra hacia el futuro que nos entregan aquellos creadores que las arrojan con valor hacia nuevos significados. [...]
Tanto en
Arcana Mayor [poemario publicado en 1973] como en los libros anteriores y posteriores, un sinnúmero de alusiones bíblicas plagan mis poemas, cuando no referencias cabalísticas ligadas a las enseñanzas de la tradición judía o simplemente míticas o literarias. Son la sustentación natural del pensamiento, nunca una vana apoyatura estética -la belleza surgirá, si es que surge, por emanación directa del lenguaje-. [...], (
Fragmentos de la introducción a El oráculo invocado, Visor, Madrid, 1984, que pueden servir a modo de poética:Tomado de Wikipedia -
http://es.wikipedia.org/wiki/El_oráculo_invocado-)? Pues sólo que estamos ante un grande.
Sin embargo, como le ocurre a la imensa mayoría de los grandes que aún viven, su difusión es de mucho menor calado que el calado de su persona y que el de su obra. Respecto a si podría ser o no un autor de culto, a este cronista se le viene a la mente un chiste recién inventado. Uno le pregunta a otro: -Oye, ¿eres un autor de culto?. Y el otro le responde: -El culto es otro o es para las iglesias.
Ocurrencias al margen, dice Wikipedia de Marcos-Ricardo Barnatán: "
Marcos Ricardo Barnatán nació en Buenos Aires en 1946, en el seno de una familia sefardita de origen hispano-sirio.Realizó sus primeros estudios y cursó Filosofía y Letras en su ciudad natal. En 1965 fijó su residencia en Madrid, aunque realiza frecuentes viajes a Argentina, Francia e Israel. Colabora habitualmente, en calidad de crítico literario en las principales revistas españolas e hispanoamericanas.
En 1971 publicó su primera
novela,
El laberinto de Sión, a la que siguieron
Gor (1973),
Diano (1982), y
Con la frente marchita (1989). Sus narraciones completas integran
La República de Mónaco (Seix Barral, 2000).
Su
poesía, que comparte los planteamientos de los novísimos y en la que las referencias a la Cábala y a la cultura judía son una constante, resulta un personal hallazgo donde se entrecruzan la tradición castellana y las literaturas europeas en sus tendencias más cosmopolitas. Su obra poética se haya reunida en
El oráculo invocado (1984),
El techo del templo (1999) y
Consulado general (2000)
Entre sus
ensayos destacan
La Kábala (
1974) y
Borges, biografía total (1996)." (Tomado de:
http://es.wikipedia.org/wiki/Marcos_Ricardo_Barnatán.) Y bien está por cuanto -aunque simple e insuficiente- nos pone en situación respecto a este autor.
Considerado una primera figura mundial en Borges, este humanista -también cuenta con una importante producción de obra plástica-, lo es también -figura mundial, al menos potencialmente- en las artes de la escritura, y al paso del tiempo nos remitimos. Es recomendable buscarlo y leerlo. La mayor parte de los portales de literatura lo nombran, pero él también cuenta con
La moneda de hierro, su blog personal, que
ya fue reseñado en Docementos (Ver
http://eldocementos.blogspot.com/2009/12/la-moneda-de-hierro.html), pero que conviene destacar. Reconocido ensayista, también es traductor. Como tal, cabe especialmente destacar que fue el introdutor al español de la Generación Beat: su obra Antología de la beat generation (Ed. Plaza y Janés, Barcelona, 1977) es de imprescindible lectura aún hoy, más de veinte años después de su publicación.
La imagen que ilustra este post está tomada de la web de la
Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en cuyos de verano suele dar conferencias magistrales. Es también crítico de arte del diario español El Mundo, y colabora en numerosas revistas y publicaciones.